domingo, 20 de diciembre de 2009

cuatro días y seis horas



cuatro días y seis horas sin haberla vuelto a ver.
Sería de locos si la esperara en el portal de su casa cada
día
a ver si me la encuentro por casualidad ¿verdad?
Pues oficialmente podríais llamarme loca.


Cuatro días tomando té con tres terrones de azúcar en
la cafetería de enfrente, la camarera me empieza
a mirar raro. Parece simpática y creo que su cabeza no deja
de preguntarse
porque me paso las tardes mirando un portal con una taza de té medio fría.

Cada 30 minutos se acerca a mi mesa a preguntarme si quiero
algo más,
a las 7.00 un hombre con gabardina se sienta en frente mía y
pide un coñac.
Al chico de al lado se le escapa
una sonrisa mirando su portátil, una pareja pide
un croissant para compartir.


Todo pasa menos ella.


Suena la puerta, estoy de espaldas a ella, la camarera saluda contenta

¡cuánto tiempo!


se oye otra voz femenina,
deslizarse,

Acurrucarse en mi oído.


He pasado unos días fuera,
Necesitaba desconectar.

No puede ser cierto,
no soy capaz ni de girarme para ver si es verdad,

mi cuerpo no reacciona, paralizada.


Consigo levantarme,
mientras mis piernas tiemblan y me dan señales claras
y concisas de que
mejor me quedo sentada, pero no les hago caso, es el momento, Es mi momento.
Ciertamente era mi momento,
al chico del portátil no se le pudo ocurrir otra
cosa mejor que
Conectar la batería, creando una barrera
imposible de ver en mi estado y a mi no se me ocurrió otra cosa que no hacerle caso
a las señales de mi cuerpo,
así que,

Si, acabé en el suelo,
a los pies de la voz dulce, de la chica que necesitaba
desconectar, de ella, a sus pies.



# Segundo contacto

El mejor tropiezo de mi vida.

¿estás bien?

1 comentario:

  1. ¿Imaginando? Ya estás de nuevo usando la cabeza para hacer cosas maravillosas, desde luego...

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